Hay
muchas situaciones en China que te recuerdan constantemente cuán lejos estás de
casa. Para mí una de las mayores es ir a comprar al supermercado. Y es que
cuando tus habilidades culinarias están poco cultivadas y se reducen a poco más
de una docena de platos, tener materia prima variada es importante. Sin
embargo, es obvio que las recetas chinas poco tienen que ver con la dieta
mediterránea, por lo que a la hora de hacer la compra suele pasar que la mitad
de las cosas a por las que ibas no las encuentras.
Más
tarde descubres que hay cadenas de supermercados o “tiendas gourmet” dirigidas
a expatriados (y cada vez más también a población local de clase media-alta) con gran parte de productos de importación. No obstante, si no quieres
hacer una sangría en tu cuenta corriente, mejor acudir a ellos solo para cosas
concretas.
Y es
que como no podía ser de otra manera, las cadenas de supermercados, incluyendo
las multinacionales como Wal-Mart o Carrefour, ambas con gran presencia en el
país, han adaptado sus lineales a los consumidores chinos. Así, imagínense a un joven que inocentemente va
a Wal-Mart con la siguiente lista de la compra (no me negarán que podría ser
representativa de una persona entre 22 y 26 años):
- Jamón
- Huevos
- Queso
- Pasta
- Yogures
- Baguette de pan
- Mantequilla
- Pizzas congeladas
- Arroz
Este
pobre chaval, en el mejor de los casos, se volverá a casa con un cartón de
huevos, una bolsa de arroz vendido a granel y con un poco de suerte con un
paquete de espaguetis.
La
peor zona para mí es la pescadería y la carnicería; es sin lugar a dudas el lugar
donde más perdido me siento. Por un lado, sorprenden la medidas sanitarias que
tienen estos espacios (no quiero decir que no haya, pero los estándares son
mucho menores a los que estamos acostumbrados).
Por
otro lado, y para que no te puedas quejar de que el pescado no está fresco,
todo supermercado que se precie tiene una pecera con tortugas, peces y otros
bichos acuáticos para que escojas el que más sabroso te parezca. Tampoco me acabo de acostumbrar a estar en la
carnicería y ver cabezas de cerdo a mi lado, o patos al horno colgados listos
para llevar y comer… Creo que antes que intentar explicarlo,
mejor dejarles algunas fotos y juzguen ustedes si esto es normal o no.
Pescadería en el Jian-Mart
Pescadería en el Wal-Mart
La foto no es mía pero alguna vez me he encontrado con cosas así
Ejemplo de las "estrictas" medidas sanitarias
Sin
embargo no todo son aspectos negativos. Las secciones de fruta y verdura suelen tener
de todo y a precios bastante baratos, aunque en algunos supermercados las cosas no sean tan frescas como te
gustaría. Tampoco suele haber problemas para productos de higiene y
limpieza, o caso de querer comprar chocolates o galletas la variedad es
realmente sorprendente.
Sección de verduras-Wal-Mart
"Fresh vegetables"
La
zona de congelados está repleta de dumplings de cien tipos diferentes así como
nuggets y cualquier tipo de comida susceptible de ser congelada. También hay
varios pasillos, inexplorados por mi parte, donde puedes encontrar vinagres de
todo tipo, salsas de soja o mil especias diferentes (menos el orégano y el perejil, por supuesto).
Pasillo chino donde los haya: vinagre y salsa de soja, no busques más
Toda una experiencia muy recomendable la de ir a comprar por
estos lares y un lugar más de tantos donde darte cuenta de las diferencias
entre una cultura y otra. Eso sí, por suerte un buen vino riojano o una botella de aceite
de oliva cordobés cada vez cuesta menos encontrarlo: si es que lo que está bueno
al final se vende en cualquier lado.
Sigue escribiendo, amigo :)
ResponderEliminarLo intentaré, sí, cosas que contar creo que no van a faltar, bien lo sabes tú ;)
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