Hay
fines de semanas que se aprovechan bien, otros que se exprimen al máximo, y luego
está el fin de semana que pasamos en Seúl. Fueron solo 48 horas, pero pareció
que estuvimos dos semanas.
Llegamos
el viernes por la noche, la única manera que hay de hacer un viaje de fin de
semana sin quedarte totalmente a medias. A nuestra llegada al centro de Seúl
nos esperaba un gran amigo tras las barreras del metro, ansioso de enseñarnos
la ciudad y de pasar un par de días juntos. La primera parada fue directa a dar
una vuelta por la zona de bares de Seúl. No diré hasta qué hora duró la vuelta,
pero sí que nos levantamos a las 9.30 y apenas dormimos 4 horas. Había que
aprovechar el día.
Esa
mañana nos fuimos en primer lugar a uno de los palacios más visitados de Seúl,
el Gyeongbokgung. De los cinco grandes palacios de Seúl es el más grande y se
encuentra situado al norte de la ciudad, casi al pie de las montañas que
vigilan Seúl día y noche. Una vez vienes de China he de decir que cada vez
sorprenden menos los grandes templos y la arquitectura oriental, pero aún así
era parada obligatoria y mereció la pena.
Habíamos
quedado a eso de mediodía para ver la zona del río y comer algo por allí, por
lo que al acabar cogimos el metro y allá fuimos. Decir que el río de Seúl no es
un río cualquiera. Tiene un kilómetro de ancho y divide la ciudad completamente
a la mitad. Dicen que es un espectáculo en verano cuando se llena de gente
practicando diversos deportes acuáticos, lo cual me lo creo porque basta un
paseo por la increíble avenida del río para darse cuenta que Corea del Sur es
un país muy deportista. De hecho las colas para alquilar una bicicleta eran dignas
de ver. Cuando nos hicimos con una, estuvimos tres horas pedaleando paralelos
al río hasta que, para rematar el cansancio, nos paramos a jugar con unos
coreanos a fútbol (no era fútbol once ni fútbol sala, era algo así como fútbol
veinte, o el patio de un colegio).
Tras
una parada breve a descansar 10 minutos, nos dirigimos al esperado barrio de
Gangnam. Ese mismo barrio que nadie era capaz de colocar en un mapa hasta hace
algo más de medio año, pero que desde entonces es uno de los puntos más famosos
de Corea del Sur. Y lo raro es que no lo fuera antes. Gangnam es el barrio más
rico de Seúl, repleta de tiendas de lujo y centro de concentración también de
la comunidad de expatriados. Las avenidas de Gangnam recuerdan a las de Nueva
York (o al menos a las fotos que yo he visto), con un ir y venir de gente
constante, comercios abiertos y luces al más puro estilo asiático. Allí cenamos una de las comidas
más típicas coreanas y, probablemente, la única de ellas que no pica, barbacoa
de carne. Desde luego no defraudó, pero no había nada en la mesa aparte de la
carne que no picara. Después de cenar, un poco de Gangnam Style y a dormir un
rato.
(Esta y más fotos de Gangnam en http://www.businessinsider.com/inside-seouls-district-of-gangnam-gu-2012-9?op=1)
El
domingo empezó también temprano. Quedaban muchas cosas por ver y apenas 12
horas. Lo primero que hicimos fue dirigirnos al centro de la ciudad, donde se
eleva una montaña que corona el Seoul Tower. Una especie de pirulí desde la
cual se puede divisar la ciudad en 360 grados. Ya nos habían comentado que Seúl
es una de las metrópolis más grande del mundo, con veintisiete millones de
habitantes. Cuesta creerlo; hasta que subes a esta pequeña cima en medio de la
ciudad. La subida al pirulí no es necesaria, cuesta alrededor de 10 euros, pero
merece la pena. Y no por la subida en el que dicen es el ascensor más rápido
del mundo, sino por las vistas desde arriba que mejoran incluso más las que hay
desde la montaña.
Cuando
acabamos, que costó despegarse de allí, fuimos, o mejor dicho nos llevaron, al
Fish Market. Probablemente uno de los mejores ratos del fin de semana. Un
mercado mayorista, menos explotado turísticamente de lo que pensaba, en el que
cientos de puestos te ofrecen pescados y mariscos de todo tipo y tamaños.
Además, tienes la opción de comprar lo que quieras y llevarlo a unos puestitos
que están contiguos al mercado para que te los pasen por la plancha y te los
comas allí mismo. Y eso hicimos, a muy buen precio nos comimos unas gambas, un
par de calamares y un pulpito vivo de lo más sabroso (a decir verdad no sabía a
nada).
Después
de todo esto, aun nos quedó la tarde libre para pasear por mercados de ropa, las
calles comerciales de Myeongdong o por el increíble campus universitario de
Ehwa.
En
definitiva, un gran fin de semana en buena compañía y en una ciudad de la que
me llevo un recuerdo inmejorable. Obviamente no tiene la autenticidad de Pekín,
pero es una ciudad limpia y ordenada hasta los extremos y no por ello exenta de
ambiente, más bien al contrario, es una ciudad muy viva. Es el primer mundo
pero con el toque asiático. Además los coreanos son unas de las culturas más
civilizadas que he conocido (vale que estuve poco tiempo, pero esas cosas se
notan). En definitiva, Seúl no es una ciudad con grandes monumentos turísticos o puntos de interés conocidos internacionalmente, pero merece mucho la pena vivir la ciudad, aunque solo sean 48
horas.
En
cualquier caso no hay sociedad perfecta, y parece que parte del éxito económico de Corea
del Sur, fundamentado en una sólida, pero también rígida educación, acarrea sus
propios problemas: el documental de Informe Semanal en julio del año pasado, Prohibido Fracasar, da
buena cuenta de ello.
hola, me encanta tu blog siempre paso a ver si hay algo nuevo ya que tengo planes de ir a china el próximo año. ojala no dejes de escribir saludos desde Chile
ResponderEliminarHola! Polette! Me alegra que te guste el blog y lo encuentres interesante!! Seguiré escribiendo todo lo que pueda y espero que tus planes de venir a China salgan bien. Un saludo.
EliminarMuy buena entrada y gran blog. En noviembre viajaré a China por primera vez. Estaré 5 días en Shangai y aun no me decido si pasar 4 días más en Pekín, o en Seul. ¿qué me recomiendas? ¿qué ciudad merece más la pena visitar, sobre todo porque estaré solo de jueves a domingo por la mañana o puede que incluso de viernes a domingo por la mañana? Quizás sea mejor opción Pekín para llevarme una mejor impresión de lo que es China pero Seúl también me atrae por los mismos motivos que me atrae Tokyo, que me encantó. ¡Gracias por tu ayuda!
ResponderEliminarMuchas gracias Vanesa. Pues te recomiendo sin lugar a dudas venir a Pekín. Y no porque viva aquí, sino porque es una de las ciudades más increíbles turísticamente hablando del mundo. Además, si solo vas a Shanghai (que creo que 5 días son mucho, con 2 debería ser suficiente), no te llevarás una imagen real de China. No tiene nada que ver! Por otra parte, si ya has estado en Tokyo, Seúl debe ser muy similar, así que te aportará mucho menos.
EliminarEn definitiva, no debes venir a esta zona del mundo y no pasar por Pekín.
Espero que te sirva de algo.
Un saludo.
Gracias! Acabo de ver tu comentario pero finalmente me decidí por Pekín precisamente por todo lo que comentas. Lo de estar tantos días en Shanghai es porque mi novio trabajará ahí en noviembre sino hubiera modificado el itinerario. En Pekín nos alojaremos en el distrito de Dongcheng. ¿es la mejor zona para pasar unos días en la ciudad, cierto?
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